martes, 11 de diciembre de 2007

TIOLINDO YE ANGUSTIAS

TIOLINDO YE ANGUSTIAS

Cuando falamos da tía Nieves, ye de que era unha buena cuntadora de cuentos, falamos tamén da sua hirmá Angustias. Angustias o ser sulteira nun tiña a categoría de tía, vivia co seu hirmau Tiolindo ye era unha das casas que nos fiandois más se enchia de xente, porque tiña unha cociña baxa con muy buen lume ye muy quente.
He intentado buscar alguna foto de Angustias (que tengo que tener por algún sitio), pero no la he encontrado, así que pongo una foto del pueblo en invierno, que es cuando se hacían los fiandones y cuando la encuentre la cambiaré.

Empiezo como en otras ocasiones con un apunte sobre Angustias escrito por Ismael.

Angustias era cuando yo era niño como una pantalla de dibujos animados de las de ahora ya que no solo nos cantaba, o recitaba la letra sino que parecía que lo estabas viendo con su maestría para recitar y contar las historias a los niños como yo, que nos quedábamos clavados mirándole. Que encima le deshacíamos el fuego "bajo" de su casa pero tanto ella como Teolindo (d.e.p) tenían una gran paciencia (o mucho cariño a los niños ) pienso yo.”…..Ismael.

Ismael además en el antíguo foro, puso alguno de los cuentos que Angustias, la tia Nieves o la tía Antolina nos habían contado de niños, haré un apartado en este blog para poner esos y otros cuentos.

FIANDON EN CASA DE TIOLINDO YE ANGUSTIAS.
No inverno despois de cenar, a xente vai chegando pouco a pouco a casa de Tiolindo y`Angustias.

Os homes levan brimas ou brengas pa facer canistros ou megos, alguis tamen (eles ou as mulleres) o boto de mazalo leite; as mozas yas mulleres levan un trapo que romendar, unha manela de lá, a roca yo fuso pre fiar, ou ya os nuvelos yas agullas pre tecer unhos carpines, os ninos nun faciamos nada, solo estorbar (pra que os mozos nun puderan cortejalas mozas).

En Vilar ainda nun hay luz ye alumanse con ganzos que son paus secos de uz que dan unha llamara muy clara e luminosa. No medio colgando da garmalleira o tambor das castañas o que alguen ye vay dando voltas.

Encuanto se taba todos xuntos empezabamos os ninos a pedirlle a Angustias que nos cuntara unha historia, primeiro faciase de rogar: que se nun me acordo, que si ya vo las cuntei oite,...pero cuando empezaba, que maravilla de contadora de cuentos, que prodigiosa memoria para recitar de seguido historias y mas historias, que timbres y que inflexiones de voz según el personaje, cuantos incisos y aclaraciones para que realmente la entendieramos, cuanto, cuanto. y aun no acavada una ya los niños pediamos otra, que si la de la estación de Alicante, que si la del conde linos, que si la de don Rodrigo y la culebra que lo comia vivo en la tumba, que si a letanía do lobo ya cocha, que si la de Gerineldo... y ella empezaba: Gerineldo, Gerineldo/ paje del rey tan querido/ si fueras rico de hacienda/ como eres galán polido (aquí hacia un inciso para explicar que polido quería decir guapo y buen mozo)/ dichosa fuera la dama que se casara contigo.... y seguía la historia larguísima.

Gracias a ti algunos cogímos la afición a la lectura, para poder conocer tantas historias como tú sabes. Gracias Angustias por tu cariño.

Pancho.

lunes, 3 de diciembre de 2007

A LA TIA NIEVES Y LA TIA PILAR

Cariño y admiración para ambas, duras y echadas pa`lante como les tocó vivir. (Cris)
Nuestra relación con los de la tía Nieves siempre fue como de casi familia, y de la tía Pilar igual, ella y mi madre se tenían un especial cariño, quizá por que ambas vinieron de otros pueblos a vivir a Villar, la tía Pilar de Soutelo y mi madre de Parada, y ambas se adaptaron y formaron parte de la vida del pueblo como las que más.
la tía Nieves era la madre de Jaime en recuerdo del cual hay un escrito un poco más abajo, y a ambas se las ha nombrado en el comentario "las tías buenas de Villar"hoy quiero añadir algo más a lo ya escrito, son un artículo de Ismael dedicado a la tía Nieves y en parte tambien a mi madre, y un poema de Jose “poesia de alma y rabia” dedicado a sus dos abuelas Nieves y Pilar.

LA TÍA NIEVES por Ismael
Quiero “escribir algo sobre esta mujer menuda de carácter afable que junto con “Tía Argentina de Ramón” nos ayudo a venir al mundo a casi todos los que hoy contamos entre cuarenta y sesenta años mas o menos y creo que también merece estar entre las personas que yo he elegido para mis modestos escritos.
A la tía Nieves yo la recuerdo como si la estuviera viendo ahora mismo, su vestido oscuro, su pano marrón y su mandil a cuadros delgadita como las modelos de hoy y lista como el hambre, siempre a “paso ligero” sin entretenerse con nadie por el camino. Era como dije junto con tía Argentina la comadrona del pueblo, de ellas heredamos los “ombligos” todos los de nuestras generaciones, era también una experta en curas caseras de heridas y dolencias ya que bajar al medico era toda una odisea, también era gran experta en labores de la matanza yo recuerdo que mi madre nunca daba el “adobo” de los chorizos por cerrado hasta que no lo probaba “a tía Nieves”, ya era muy mayor pero si no los probaba ella no se hacían los chorizos.
Era también una gran contadora de cuentos, junto con su hermana Angustias nos hicieron pasar ratos inolvidables en la cocina de mi casa, recuerdo como mis hermanos pequeños y yo saltábamos de contentos cuando mi madre decía “hoy a noite vein a tía Nieves ye Angustias despois de cenar”.
Valla desde aquí mi mas cariñoso recuerdo alla donde este… “
Ismael Poncelas

PILAR Y NIEVES (18/01/07) por Jose.
Las recuerdo alto y claro.
Las veo delante mío.
Las veo, y es más, las miro
con orgullo y con descaro.
-
Las recuerdo menuditas,
delgaditas, arrugadas,
surcos tiernos, de esperanza,
de luchar como benditas.
-
La una ágil, nerviosa.
La otra más enfermiza.
Las dos fuertes y queridas.
Las dos sabias y preciosas.
-
Alumbraron mi niñez
con sus pañoletas negras.
Me cuidaron sin más pegas.
Me dieron sin ellas tener.
-
Cuántas veces me escondí
entre sus faldas oscuras.
Cuántas veces la ternura
en sus ojos descubrí.
-
Veo a la una en su silla,
comiendo su caldo en taza,
y hablando de las "rapazas"
de los "guajes" y la villa.
-
Cantando y contando cuentos
y mascando algún mendrugo,
con su risa y con su luto,
con su corazón inmenso.
-
Veo a la otra corriendo,
pues ella andar no sabía,
con su par de zapatillas
y su delantal eterno.
-
Con sus perfectas historias
de Villar y de Argentina,
o de su vieja cantina,
me adormecía en su gloria.
-
Eran Nieves y Pilar.
Eran dulces y, sin duda,
mis abuelas eran duras,
pero buenas de verdad.
-
Por eso escribo estos versos,
en su memoria y honor,
para explicar el amor
que me inculcaron sus besos.
-
Y para decir bien alto
con tinta sobre papel
que agraciado ha sido aquél
que pudo pasar un rato
con ellas dos, mis abuelas,
a quienes tanto quise y quiero.
Y que nunca su recuerdo
se escapará de mis venas.

como dice Jose contestando en su blog " poesia de alma y rabia" eran así, no les quedaba más remedio que plantar cara ala vida.

salud para todos,
Pancho